Locomotora eléctrica serie E 469.1 de los ferrocarriles estatales checoslovacos.

■ Versión de los tipos de fábrica Skoda 43E
■ Versión en estado de entrega
■ Placas de la locomotoras grabadas adjuntas
■ Diseño detallado de los bogies y las ruedas de radios
■ Ruedas de metal con pestañas bajas
■ Pantógrafo de diseño completamente nuevo con fijación innovadora
■ Luz frontal o trasera conectables por separado e iluminación del puesto de conducción y de la sala de máquinas en modo digital

A principios de la década de 1960, los antiguos Ferrocarriles estatales checoslovacos (CSD) necesitaban nuevas y potentes locomotoras eléctricas de mercancías para el sistema de corriente continua de 3 kV del norte y este del país. La experiencia con las máquinas de las series E 499.0 y E 499.1 –desarrolladas originalmente como locomotoras universales– demostró que podían utilizarse mejor en el servicio de trenes de pasajeros.
La locomotora E 499.157 ya fue modificada durante la producción para su uso en el servicio de trenes de mercancías y fue designada E 469.001. Esta locomotora tenía la misma potencia, pero el fabricante la equipó con una transmisión final modificada. Además, se aumentó la masa de servicio a 88 toneladas añadiendo un peso de lastre. Las máquinas de serie tenían un cuerpo de locomotora modificado. A diferencia de la E 499.0, con seis ventanas circulares por sección lateral, las locomotoras de las series E 499.1 y E 469.1 tenían instaladas cuatro ventanas cuadradas. Con una potencia constante de 2032 kW, alcanzaban una velocidad máxima de 90 km/h. Skoda entregó un total de 85 locomotoras a los Ferrocarriles estatales checoslovacos.
Las locomotoras se utilizaban principalmente para cubrir trenes de mercancías en líneas principales con poca pendiente. Su ámbito de uso preferente eran los trenes de bloques de carbón en las líneas de la cuenca de lignito de Bohemia del Norte hacia el este, pero también se utilizaban en Eslovaquia desde los años sesenta hasta los noventa. Debido a la derivación de la serie 499.1, las máquinas disponían de una calefacción eléctrica de tren, por lo que también podían utilizarse con trenes de pasajeros. El motivo principal de su escaso uso con trenes de pasajeros era su reducida velocidad máxima. Desde los años sesenta, la mayoría de las líneas electrificadas tienen una velocidad máxima de 100 o 120 km/h. Por ello, las locomotoras de la serie E 469.1 eran demasiado lentas para los trenes de pasajeros. Aun así, también podían verse en servicio de trenes de pasajeros en determinadas rutas.
En el año 1988, la denominación de la serie E 469.1 cambió a 121. Algunos vehículos también acabaron en la compañía ferroviaria eslovaca ZSSK. Varios vehículos se han ido modernizando con el tiempo y han sido adquiridos por operadores privados.